16 agosto, 2008

Elementales y Naturaleza


Habiamos hablado sobre los seres mágicos en un anterior post, ahondaremos en estos temas un poco mas. Tal como habiamos visto los brujos y chamanes recurren a entidades llamadas espíritus de la naturaleza, conocidos como elementos o elementales. El tradicional uso del San Pedro, Peyote o Ayahuasca no sólo consiste en la ingesta de las sustancias psicotrópicas que estas plantas contienen, las que permiten ingresar a otros planos de conciencia, sino que lo “ponen en contacto” con los espíritus de estas plantas tal como ellos mismos señalan.

Según palabras de C.W.Leadbeater “Desbordaría los límites de este tratado la exposición de los diferentes usos a que puede destinar las fuerzas inherentes en la esencia elemental quien sea capaz de manejarlas. La mayoría de las ceremonias mágicas tienen por objeto la manipulación de dichas fuerzas, ya directamente por el mago, ya por alguna entidad astral que al efecto haya evocado."

Intentaremos dar una idea general de este tema, aunque un estudio mas profundo revelaría que es un campo amplísimo de investigación. Se puede decir en forma general que los espíritus de la naturaleza son la esencia espiritual de cada elemento (fuego, aire, tierra y agua), están hechos de una sustancia etérea que es única y especifica a su elemento particular, son entidades vivientes parecidos a veces a los humanos en forma, pero habitando su propio mundo.

Para comprender esto debemos ser capaces de ampliar nuestro entendimiento y pensar que los seres humanos no somos la única línea de evolución que se desenvuelve sobre la tierra. Así como el ser humano ha evolucionado a través de los reinos mineral, vegetal, animal y humano y aun en el futuro nos espera una amplitud de posibilidades cuando alcancemos los niveles de Adeptos o Maestros; así, existe una línea de evolución de seres que habiendo pasado por el reino mineral deciden no ingresar a los reinos vegetal, animal y humano en el plano físico, sino que prosiguen su normal evolución en planos etéricos. De este modo toman cuerpos exclusivamente de la materia de este plano, para morar en el interior de compactas rocas o de la corteza terrestre, en las aguas oceánicas donde tienen su morada en las profundidades del mar o en las amplias llanuras del océano.

A estos seres se les conoce como espíritus de la naturaleza o elementales de la naturaleza, y algunos de ellos pasan por los reinos vegetal y animal. A estos seres se les ha visto y frecuentemente oído en las cavernas y en las minas.

En las minas de nuestros andes es conocido el personaje del muqui, una especie de duendecillo. La literatura medieval les dio el nombre de gnomos, palabra que deriva del griego genomo, que significa, el que vive dentro de la tierra, y literalmente así es, puesto que como ya dijimos, lo hacen en cuerpos de materia etérica. En etapas posteriores de su evolución se convierten en hadas que suelen morar en la superficie de la tierra en sus cuerpos etéricos.

Estos seres huyen del hombre, evitan las ciudades populosas y se les encuentra en tranquilos parajes rurales, en las montañas y en alta mar. Los antiguos pobladores de los andes sabían bien de la existencia de estos espíritus de la naturaleza, por ello sus rituales de pagos a la tierra para agradar a los espíritus, a los apus o a la pachamama eran muy frecuentes en su vida cotidiana.

Su especialidad es traducir formas de pensamiento a formas físicas transformando patrones mentales en patrones etéreos y después en físicos. Trabajan bajo la dirección de los grandes Devas o seres constructores de las formas, y se asocian a los seres humanos cuando encuentran de parte de éstos, colaboración y respeto hacia la naturaleza.

También los hay de ínfimas categorías como en todo orden evolutivo. En las sesiones espiritistas estos seres suelen divertirse y burlarse, y son ellos a quienes debe atribuirse gran número de los fenómenos físicos que se producen en estas sesiones. Los golpes en la mesa, la adivinación del pensamiento de algún concurrente, la precipitación de escritos o dibujos y hasta materializaciones, son producidas por estas entidades que a la vez poseen un poder alucinador sorprendente que los capacita para convencer a los participantes de algún fenómeno que no hayan podido reproducir fácilmente.

Según E.Levi “Para dominar a los espíritus elementales y convertirse en rey de los elementos ocultos, es preciso haber sufrido primero las cuatro pruebas de las antiguas iniciaciones; y como las iniciaciones no existen ya, haber sufrido análogos actos, como exponerse sin temor a un incendio, atravesar un torrente sobre el tronco de un árbol o sobre una tabla; escalar una montaña a pie durante una tempestad; tirarse a nado en una catarata o en un torbellino peligroso. El hombre que tenga miedo al agua no reinara jamás sobre las Ondinas; el que tema al fuego, nada podrá mandar a las Salamandras; en tanto que tenga pavor al vértigo, necesitara dejar en paz a los Silfos y no irritar a los Gnomos, porque los espíritus inferiores no obedecen mas que a un poder que uno les compruebe mostrándose su dueño hasta en sus propios elementos."

El mismo autor refiere que toda operación mágica se da inicio con una consagración especial del aire, del fuego, del agua y de la tierra, de tal manera que se demuestra el poder a los elementos mediante la palabra de su voluntad.

Sin embargo, hay que decir que el poder del control sobre los elementos solo lo logrará el ser humano que haya demostrado con sus actos una verdadera compasión y amor hacia ellos. Ningún otro poder logrará un dominio total de ellos, toda otra actividad de control de estas fuerzas solo obtendrá resultados efímeros más no permanentes y reales.

Los chamanes de las Huaringas también invocan a estos espíritus cuando realizan la limpieza o florecimiento en las lagunas. La entonación de cantos y sonido de instrumentos, hecho aparentemente ingenuo y para el común de los mortales sin sentido, resulta en un tremendo poder oculto. Cada sonido en el mundo visible, despierta su correspondiente sonido en los mundos invisibles, en este caso el plano astral, poniendo en acción una u otra fuerza en el lado oculto de la naturaleza.

Es de este modo, cómo los espíritus de la naturaleza colaboran con ellos y de ahí surge la creencia en las propiedades curativas de estas aguas. Muchas personas viajan solamente a recibir este baño de limpieza sin necesidad de recurrir a la ceremonia nocturna, y dan fe de haberse aliviado de sus penas o enfermedades.

Los curanderos de Las Huaringas afirman, por ejemplo, que es el espíritu del San Pedro el que los guía para obtener las respuestas a las preguntas que les formulan los pacientes. Es probable que la íntima asociación que mantiene el brujo con estos espíritus, (vinculo heredado de su antepasado maestro) permita que estas entidades colaboren de esta manera al ser invocadas en las ceremonias y rituales. El chaman realiza su tarea con sumo respeto a estas plantas, les pide su permiso, e inclusive les realiza ofrendas o “pagos” en agradecimiento al servicio prestado. Ofrenda que simbólicamente representa la devolución a la madre tierra de lo que se ha tomado para mantener el equilibrio armónico en la naturaleza.

A estos seres también se ha de atribuir lo que de verdad pueda haber en las extrañas leyendas y cuentos infantiles tan conocidos popularmente. Sin duda los creadores de tales historias tuvieron acceso a información de planos invisibles ya que por ejemplo en el cuento de la Cenicienta y los Siete Enanos, aquellos pequeños personajes enanos son gnomos, elfos o duendecillos, en la Sirenita se trata de un elemental u ondina del mar, Peter Pan también es un duendecillo y lo acompaña su amiga el hada Campanita, etc.

Lo que nos queda al respecto es abrir nuestra mente para aceptar su existencia como algo real, considerándolos no solo como personajes de cuentos de hadas sino como seres que colaboran con el reino humano en su evolución. Ellos sienten una permanente agresión de parte del hombre pues constantemente invadimos sus espacios no con amables visitas de esparcimiento y sano disfrute de la naturaleza sino con el propósito de la explotación económica de los recursos naturales.

Cuando la explotación de la naturaleza llega a niveles inaceptables para ellos, peligra el equilibrio armónico de los elementos sobre la tierra, el agua, el aire y el fuego. Cuando el crecimiento demográfico, y en consecuencia la contaminación ambiental, alcanza niveles que sobrepasan la capacidad de los recursos naturales, entonces se origina en ellos fuerzas que tienden a restablecer el equilibrio natural. Esto provoca que se desaten reacciones tanto en el aire a través de por ejemplo los cada vez más frecuentes y peligrosos huracanes y tifones, en la tierra con los movimientos telúricos, en el fuego, con los incendios forestales y las erupciones volcánicas; y en el agua con los tsunamis o inundaciones.

Mucho podemos hacer al respecto aunque pensemos a priori que se trata de un problema global, demasiado complejo para nuestra posición individual. No se trata de que los gobiernos desarrollen tecnologías que nos protejan de los ataques de la naturaleza. No debemos verlos como ataques, sino como defensas que manifiestan a nuestra constante agresión. Seamos respetuosos y agradecidos de todo lo que la naturaleza nos ofrece y esa filosofía nos llevará a una mejor coexistencia de ambas corrientes evolutivas que juntas comparten su existencia sobre este maravilloso planeta.

2 comentarios:

Unknown dijo...

Hola Rocio:
Si no lo has leído todavía, te recomiendo este libro de Jeremy Narby, The Cosmic Serpent (http://www.amazon.com/Cosmic-Serpent-Jeremy-Narby/dp/0874779642/ref=sr_1_1?ie=UTF8&s=books&qid=1263829523&sr=8-1) que habla del conocimineto transmitido por las plantas durante sesiones de ayahuasca y su relación con el ADN de las plantas. Muy interesante.
Javier

Unknown dijo...

Hola Rocio:
Si no lo has leído ya, te recomiendo el libro de Jeremy Narby, The Cosmic Serpent (http://www.amazon.com/Cosmic-Serpent-Jeremy-Narby/dp/0874779642/ref=sr_1_1?ie=UTF8&s=books&qid=1263829523&sr=8-1) que trata de la relación entre el conocimiento transmitido por el ADN de las plantas durante las sesiones de ayahuasca. Muy interesante.
Javier